Si ojos tienen, que no me vean
Si manos tienen, que no me agarren
Si pies tienen, que no me alcancen
Si corazón tienen, que no me sientan
No permitas que me sorprendan por la espalda.
No permitas que mi muerte sea violenta
No permitas que mi sangre se derrame
Tú que todo lo conoces
Que sabes mis pecados
Pero también sabes de mi fé
No me desampares
Ya estoy de remate. Ya no sé que hacer. Este es el aviso de que a partir del jueves entro a terapia. Ya no puedo conmigo. Este sitio no estará cerrado por derribo, pero yo sí. Si la terapia no resulta, solicito que me lleven al zoológico para escoger un ejemplar de vida alternativa.
1 comentario:
No sé si la terapia resultó, pero sugeriría un pajarito gordito para hacerle así (aquí aparece Anu, la finlandesa sin alma, sentimientos ni emociones poseedora de un gusano tropical cuyo primo (del gusano) te cedió, haciendo el ademán)
Publicar un comentario